La apuesta de Google de 2 mil millones de dólares por el desarrollador de IA Claude Anthropic
En una medida audaz, el gigante tecnológico mundial Google ha anunciado una asombrosa inversión de 2.000 millones de dólares en Anthropic, los creadores de Claude AI. Este enorme compromiso financiero marca una escalada significativa en los esfuerzos de Google por dominar el panorama de la inteligencia artificial, particularmente frente a la intensa competencia de Microsoft y Amazon.
El compromiso de Google con Anthropic es un aumento sustancial con respecto a su participación anterior con la empresa. En febrero, Google inyectó 400 millones de dólares en Anthropic. Sin embargo, esta reciente infusión de capital representa un cambio estratégico, ya que Google ahora canaliza unos notables 2.000 millones de dólares hacia el desarrollador de IA.
La inversión se realizará en dos cuotas, con un pago inicial de 500 millones de dólares seguido de otra considerable suma de 1.500 millones de dólares. Este voto de confianza financiera a Anthropic demuestra la determinación de Google de solidificar su posición en la industria de la IA.
La creciente inversión en Anthropic es emblemática de la carrera armamentista de IA de alto riesgo que se desarrolla actualmente entre gigantes tecnológicos como Google, Microsoft y Amazon. El mes pasado, Amazon se comprometió a invertir la asombrosa cantidad de 4 mil millones de dólares en Anthropic, enfatizando la feroz competencia por la supremacía de la IA.
Microsoft, el principal rival de Google en esta carrera, tampoco se ha quedado de brazos cruzados. Microsoft anunció recientemente una asociación monumental de 3.200 millones de dólares con el gobierno australiano para establecer centros de datos y brindar capacitación en inteligencia artificial a los ciudadanos australianos. Esta medida, similar a la inversión de mil millones de dólares de Google en Australia, muestra la intensa rivalidad entre los dos titanes tecnológicos.
Mientras Amazon y Google invierten sumas sustanciales en Anthropic, Microsoft mantiene su compromiso con OpenAI, los creadores de ChatGPT. La adopción de ChatGPT-4 por parte de Microsoft, junto con la función “Navegar con Bing”, permite a los suscriptores de ChatGPT Plus buscar directamente en Internet a través de ChatGPT. Esta innovación enfrentó algunos reveses cuando los usuarios descubrieron que podía usarse para evitar los muros de pago de contenido.
Para los usuarios que optan por no suscribirse a ChatGPT Plus, Microsoft ha integrado perfectamente ChatGPT y Dall-E de OpenAI en su navegador Edge gratuito, ampliando aún más el alcance del contenido generado por IA.
Google, por otro lado, ha entrado en el campo de los chatbots de IA con su propio competidor, Google Bard, lanzado en febrero. Bard, similar a Claude AI y ChatGPT, es un chatbot de inteligencia artificial generativo que emplea indicaciones para generar contenido de audio, código, imágenes y texto.
Además de sus importantes inversiones financieras en IA, Google inició el Proyecto Futuros Digitales, comprometiendo 20 millones de dólares para fomentar el desarrollo de una “IA responsable”. Esta iniciativa tiene como objetivo combatir los prejuicios y promover perspectivas diversas en el entrenamiento de modelos de IA.
Brigitte Gosselink, directora de Impacto de Producto de Google, destacó la naturaleza colaborativa del desarrollo de la IA y afirmó: “Conseguir que la IA sea correcta requerirá más que cualquier empresa por sí sola”. El Proyecto Futuros Digitales y su fondo asociado aspiran a facilitar la investigación independiente sobre IA, garantizando el avance equitativo y responsable de esta tecnología transformadora.
La importante inversión de Google de 2 mil millones de dólares en Anthropic significa su decidida dedicación a la supremacía de la IA, posicionándose a la vanguardia de la actual carrera armamentista de la IA. Con competidores como Microsoft y Amazon dando grandes pasos, la batalla por el dominio en el ámbito de la IA promete impulsar la innovación y remodelar el panorama tecnológico en los próximos años.